Ismael Francisco/Prensa Latina
Quizá tocaron o pasaron por frente de casa y se abrió la puerta y el camello se coló. ¿Un antes y un después? No se. Ojalá que sí, pero recuerdo a Virgilio Piñera, eso que nuestro pueblo dice a cada instante: me están matando pero estoy gozando.
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